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Blog testimonial de www.ComunidadesJudias.net, la red de grupos tradicionales-presenciales íntimamente conectados a la Comunidad de Torah (www.eduplanet.net). Entre ellos: comunidades judías tradicionales, pequeños grupos de judíos donde no hay comunidad establecida, grupos de descendientes de Anusím en busca de su camino de Retorno, grupos en busca de su Guiúr completo, y grupos de Bnei-Noaj abocados a la misión de rectificar sus vidas como gentiles en el camino que la Torah les obsequia.
seguimos con pirke avot 4 esta semana de William Laverde Ruiz - Tuesday, 13 de May de 2008, 00:48 | |
Capítulo 4 Mishná 1 "Ben Zomá dice: ¿Quién es sabio? El que aprende de toda persona, como está escrito: 'De todos mis maestros he adquirido inteligencia ' (Tehilim -Salmos- 119:99). ¿Quién es valiente? El que controla su instinto (del mal), como está escrito: 'Es mejor el que no se apresura en enojarse mas que el valiente y quien domina su espíritu más que el que conquista una ciudad' (Mishlé -Proverbios- 16:32). ¿Quién es rico? El que es feliz con su parte, así como está escrito: 'Cuando comas del esfuerzo de tus manos, feliz serás y será el bien para ti' (Salmos 128:2), 'feliz serás' - en este mundo, 'y será el bien para ti' - en el mundo venidero. ¿Quién es honrado? El que honra a las personas, como está escrito: 'Pues a quienes me honran honraré, mas los que me desprecian serán maldecidos' (Shemuel I -I Samuel- 2:30)".
"Ben Zomá dice: ¿Quién es sabio? El que aprende de toda persona, como está escrito: 'De todos mis maestros he adquirido inteligencia ' (Tehilim 119:99)". Es sabido que el sabio no nace siendo sabio, él necesita estudiar. Ese estudio no debe ser adquirido de un solo maestro sino de muchos, como dijeron Nuestros Sabios en el Talmud (Eruvín 47b): "La persona no tiene el mérito de aprender de todos" (pero es un mérito aprender de todos). Después de haber estudiado Torá con sus maestros, el hombre aprenderá más Torá de la misma Torá, que de lo que estudió con sus maestros - puesto que la Torá es ahora su tema de conversación. Es sabido que la adquisición de la Torá es igual a la del dinero. El comerciante que trata de ganar dinero e incrementar así sus ahorros, no diferencia entre las personas de las cuales gana dinero, si son honorables o despreciables, si son de su pueblo o de otro, puesto que de todos él quiere ganar dinero y no necesita investigar de quién ganará sea quien sea. Sus ojos y su corazón están puestos sólo en la ganancia pues ella es legítima.
Así es también respecto de la sabiduría: el sabio que comercia la mercancía de la Torá - "Porque es mejor comerciarla a ella [a la sabiduría] que el comerciar dinero" (Mishlé -Proverbios- 3:14) - por cuanto que trata de incrementar "sus ahorros" de sabiduría, no debe diferenciar entre las personas de las cuales puede adquirirla. Si es más grande que él en sabiduría y en edad no debe decir: "yo me avergüenzo de estudiar con él", pues el buen comerciante no se avergüenza de ganar dinero de cualquier persona y eso es lo que dijeron los sabios: "Debemos aceptar la verdad incluso del megosh", es decir del hereje que se entremezcló entre los pueblos - si trae pruebas contundentes para demostrar que sus palabras son verdad. (Véase Mishné Torá del Rambam, Hiljot Kidush Hajódesh al final de cap. 17, la introducción del Rambam al Tratado de Avot y también el Talmud, Tratado de Shabat 75a). Así también recordó el salmista en el versículo anterior al nuestro: "De mis enemigos hazme entender Tus mitzvot" (Tehilim -Salmos- 119:98). También está escrito en el Talmud (Sanhedrín 91b): "Dijo Rabí: Esto [el hecho de que el alma le es dada a la persona desde el momento de la concepción] me lo enseñó Antonino [el emperador Romano] y el versículo lo ayuda: 'Vida y benevolencia has hecho conmigo y tu ordenanza [desde el momento de la concepción] preservó mi espíritu' (Iob - Job- 10:12)". Siendo así, el que conoce el valor de la sabiduría está obligado a esforzarse y aprenderla de cada persona.
También encontramos en el Talmud que Rabí Meir estudiaba Torá de Elishá Ben Abuiá - un gran sabio que después se convirtió en hereje - y en la Guemará se asombraron de esto y preguntaron: "¡¿Y cómo es posible que Rabí Meir estudiara Torá de la boca de Ajer [Elishá Ben Abuiá, el hereje]?!" y contestaron: "Rabí Meir encontró una granada, comió el fruto y tiró su cascara" (Jaguigá 14b). Este pasaje nos enseña que el que quiere la sabiduría y conoce su valor, no debe investigar de quién aprenderá sabiduría y a eso se refirió David: "De todos mis maestros he aprendido, pues tu Torá es mi conversación" (Tehilim 119:99). Explica el versículo que David estudiaba de todos sus maestros e iba incrementando su inteligencia por estudiar con ellos. ¿Por qué es que David hacía esto? Porque la Torá era su conversación y por la importancia de ella, se rebajaba a sí mismo para estudiarla de toda persona. Esta es una de las señales del que busca la sabiduría: que la inquiera de cada persona y no se avergüence. Entonces ascenderá a las alturas de la sabiduría. Y esto es lo que dijo Ben Zomá en nuestra Mishná: "¿Quién es sabio? El que aprende de toda persona, como está escrito: 'De todos mis maestros he adquirido inteligencia' (Tehilim 119:99)". (Basado en el comentario de Rabenu Bejaié Ben Asher, 1263 - 1340) ¿Quién es rico? Aquel que es feliz con su parte, así como está escrito: 'Cuando comas del esfuerzo de tus manos, feliz serás y será el bien para ti' (Salmos 128:2)". Alguien que disfruta lo que tiene, ya sea mucho o poco, va a estar siempre feliz, como si estuviese en una fiesta continua y siempre estará de buen humor. Por el contrario, aquel que siempre mira lo que tiene su prójimo y lo que a él le falta vive en constante sufrimiento.
Las personas que sólo miran lo que les falta están ciegas a lo que tienen. Mientras que podrían y deberían estar extremadamente felices por todo lo positivo de sus vidas, siguen pensando en lo que no tienen. Siempre nos faltarán cosas que nos gustaría tener. Esto es inevitable. Siente alegría con lo que D'os te ha dado y no enfoques tus pensamientos en lo que no te ha dado. Imagina por un instante cómo te sentirías si le das un regalo a alguien - a pesar de no tener obligación de hacerlo - y él inmediatamente se queja de que no le has dado el doble de lo que recibió. Ciertamente te arrepentirás de haberle dado algo. El fracaso en apreciar lo que D'os te da es comportarse de manera similar. Es por eso que como dice Ben Zomá en nuestra Mishná, es rico el que está contento con lo que tiene, mirando lo suyo y no buscando lo que le falta, así como dice el Libro de Salmos: "Cuando comas del esfuerzo de tus manos", sin buscar comer más de lo que tus manos te dan, "feliz serás y será el bien para ti" - puesto que estarás mirando las cosas de la manera correcta. (Basado en el libro "Las Puertas de la Felicidad" del Rav Zelig Pliskin) |
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