domingo, 26 de octubre de 2008

shuva: continuacion Shemoná Perakim La Rambam(Traducción: Rabino Aryeh Nathan, Bet-el, Israel. )

continuacion Shemoná Perakim La Rambam(Traducción: Rabino Aryeh Nathan, Bet-el, Israel. )
de yesid conde - Monday, 27 de October de 2008, 04:19
 

 

Capítulo Octavo.

 

 Sobre el Hombre.

1. La disposición natural.                              

Es imposible que exista en la naturaleza un ser humano que sea virtuoso y no vicioso desde su nacimiento. Del mismo modo es imposible que exista en la naturaleza un ser humano que sea de las artesanías  prácticas un artesano innato. No obstante, es posible que naturalmente tenga una disposición a la virtud o al vicio, siéndole más fácil ciertas conductas que otras.

Un ejemplo de esto, cuando un hombre tienda por su temperamento a la sequedad y sea la esencia de su cerebro pura, de poca humedad, ciertamente le será mucho más fácil el estudiar, el recordar y el entendimiento en general que al hombre flemático, de abundante humedad en el cerebro. Pero si esta persona que posee en su temperamento la disposición a esta virtud, sin estudiar en lo absoluto y sin que se despierten sus fuerzas (anímicas), terminará indudablemente como un ignorante. Por otro lado, si se educa y si se le enseña a éste que posee una naturaleza rudimentaria, de abundante humedad, sabrá y entenderá, aunque con dificultad.

De igual modo ocurrirá con un hombre cuyo temperamento es un poco más caliente que lo normal, que será un valiente, es decir: con disposición a la valentía que si se ejercita en ella será valiente con facilidad; así otro hombre cuyo temperamento es más frío que lo normal, tendrá cierta disposición hacia la cobardía y el miedo, y si se acostumbra a esto las obtendrá fácilmente, en cambio si se lo acostumbra a actuar valientemente, con dificultad será valiente, aunque lo logrará indudablemente si se ejercita.

                         

2. La falacia del determinismo.

 

Ciertamente te hemos aclarado este tema, para que no consideres correctas las locuras con las que suelen engañar los astrólogos; siendo que ellos sostienen que las fechas de nacimiento de los hombres lo caracterizan como virtuoso o vicioso, y que tal persona está determinada absolutamente a comportarse de tal forma. No obstante, tú sabes que es algo aceptado dentro de la Torá y también por los filósofos griegos, como ya se han verificado los argumentos verdaderos, que los actos del ser humano dependen únicamente de él. No hay determinismo con respecto a ellos ni tampoco hay una influencia exógena que lo incline a la virtud o al vicio, solamente la disposición de su temperamento, como ya aclaramos, que le hace más fácil o más difícil una conducta; pero que determinado a actuar o a abstenerse de actuar no existe en absoluto.

Si el ser humano hubiese estado determinado en sus conductas, se hubieran anulado los preceptos de la Torá y sus advertencias, siendo todo un completo error, ya que no habría libre albedrío en el actuar del ser humano. Del mismo modo se habría anulado el estudio y la educación, además del aprendizaje de las artesanías prácticas ya que sería un sin sentido, pues de todas formas estaría el ser humano determinado de modo exógeno según los que sostienen así, a ser atraído a realizar cierto hecho, a adquirir cierto conocimiento e incluso a adquirir cierta conducta ética.

Además sería la retribución y el castigo también una injusticia absoluta, tanto entre nosotros mutuamente tanto de parte de HaShem para con nosotros. Así, si Shimón que asesinó a Reubén, si hubiera estado determinado a asesinar a Reubén, y este último determinado a ser asesinado: ¿por qué Shimón ha de ser castigado? Y ¿cómo se explica también sobre HaShem mismo, Justo y Recto, que lo castigue por un hecho que estaba determinado a realizar, e incluso si hubiese intentado no hacerlo no hubiera podido? Se anularían además todas las preparaciones: construir viviendas, reunir dinero, escaparse en momentos de miedo, y fuera de esto todo lo semejante, porque cuando ya se decretó que algo debe ocurrir es imposible que no ocurra. Todo esto es una completa mentira, contraria a lo intelectual y a lo sensible, que destruye la muralla de la Torá y relaciona la injusticia con HaShem lo que es extraño a su esencia.

                              

3. El libre albedrío.

La verdad, sin embargo, consiste en que los actos de los seres humanos dependen  únicamente de él, si quiere puede actuar, si quiere puede no actuar sin determinismo ni obligación al respecto, por lo tanto es apropiado encomendar al ser humano:  "Ve! he puesto hoy delante de ti la vida y lo bueno, la muerte y lo malo... y escogerás la vida." (Debarim 30:15-19)

De tal modo, fue entregado el libre albedrío a nosotros, de donde se desprende el castigo para el transgresor y la retribución para el disciplinado: si escuchan (habrá bendición), si no escuchan (habrá maldición (Cf. Debarim 11:27-28). Por lo tanto es obligatorio el estudio y la enseñanza: "Ustedes han de enseñarlas a sus hijos y has de hablar de ellas          cuando te sientes en tu casa y cuando andes por tu camino, cuando te acuestes y cuando te levantes." (Ibid. 11:19). "Llamó Moshé a todo Israel y les dijo: Escucha Israel los decretos y los juicios que yo te he declarado en tus oídos hoy,  las enseñarán y cuidarán de hacerlas." (Ibid. 5:1)

  

Junto con todo lo que conlleve el estudio y la costumbre en los preceptos, también son obligatorias todas las preparaciones, como está escrito en la Torá: "Cuando construyas una nueva casa, harás una barda (MAAKE) para tu techo y así no pondrás sangre en tu casa, porque (puede) caerse alguien de él." (Ibid. 22:8) "Hablarán los policías al pueblo diciéndole: el hombre que construyó una casa nueva y aun no la ha inaugurado, que se vaya y que vuelva a su casa para que no muera en la guerra, y suceda que otro hombre la inaugure." (Ibid. 20:5) "Porque esta es su única ropa, el traje con el que se cubre, entonces en qué se recostará? Y ocurrirá que cuando Me ruegue, lo escuchare porque soy compasivo." (Shemot 22:26) "No destruirá al molino y a su rueda, porque está destruyendo (la  subsistencia) de un alma." (Debarim 24:6) Y muchos otros ejemplos están escritos en la Torá y en los libros de los profetas sobre este tema, es decir: la preparación.

 

Lo que encontramos entre los sabios, de bendita memoria, cuando declaran: "Todo depende de HaShem fuera del temor a HaShem (Bablí-Berajot  33a). Es correcto y coincidente con lo que ya aclaramos, solo que muchos hombres suelen equivocarse y pensar sobre algunas de las conductas humanas, sobre las que hay libre albedrío, que está determinado a realizarlas, por ejemplo casarse con cierta persona, o que cierto dinero caiga en sus manos por robo.

 

(El tema que alguien está determinado a casarse con cierta persona), no es correcto ya que una mujer que alguien despose debe ser adquirida con un contrato matrimonial (KETUBA) y con un enlace (KIDUSHIN) entonces estará permitida ya que la desposó para la reproducción, lo que es un precepto, y HaShem no determina la realización de un precepto. Por otro lado, si se presenta algo prohibido en este enlace, será un pecado y HaShem no determina el cometer un pecado.

                  

Así mismo, alguien que robó el dinero de otro o que lo engañó y niega y jura falsamente, si sostenemos que HaShem predispuso que este dinero llegue a manos de éste otro, saliendo de las manos del primero, entonces HaShem determinó la realización de un pecado. Sin embargo el tema no se desarrolla así.

 

Todas las conductas humanas dependen de él y están entregadas a su libre albedrío, en estas se encuentran indudablemente la disciplina y la rebeldía. Como ya aclaramos en el capítulo cuarto, los preceptos de la Torá y sus advertencias se hayan en las conductas en las cuales el ser humano tiene libre albedrío para realizarlas, o para no realizarlas. En esta parte del alma se encuentra el temor a HaShem lo que no depende de HaShem sino que está entregado al libre albedrío humano.

 

Si es así, ¿qué significa "todo depende de HaShem"? La explicación del tema es que se refiere a las características humanas naturales, en las cuales no hay libre albedrío, por ejemplo: ser alto o bajo (el ser humano), que caiga lluvia o que haya sequía, que haya aire turbio o diáfano, o todo lo semejante que existe en el mundo. Todo (depende de HaShem excepto los movimientos humanos y sus reposos.

 

El tema que aclararon los sabios, que la disciplina y la rebeldía no dependen de HaShem ni de su voluntad, sino de la voluntad humana, lo aprendieron de lo dicho por Yirmeyahu cuando declaró:  "De lo dicho por HaShem no provienen ni lo malo ni lo bueno" (Eijá  3:38)

  

Siendo que lo "malo" son los malos actos y lo "bueno" los buenos actos, la intención del profeta es declarar que HaShem no determina que el ser humano se comporte mal o bien. Por cuanto que este tema es así, es apropiado que el ser humano se aflija y se lamente por todos los pecados e iniquidades que hizo ya que el se comportó voluntariamente mal, como el profeta acota: "¡Cuanto ha de afligirse el hombre vivo, el varón por su pecado!"        (Ibid. 3:39)

  

Luego él continua y expresa que la curación de esta enfermedad está en nuestras manos; ya que del mismo modo que pecamos por nuestro libre albedrío, así podemos arrepentirnos de nuestras conductas negativas: "Meditaremos sobre nuestras sendas, las investigaremos y volveremos a HaShem elevaremos nuestros corazones a HaShem a Dios que está en los cielos" (Ibid. 3:40-41)

                  

4. La regularidad.

 

El dicho ampliamente difundido entre las personas, que también se encuentra en las obras de los sabios y en lo dicho por los profetas que el sentarse del hombre y su levantarse y todos sus movimientos, dependen de la voluntad divina y de su deseo, es una opinión correcta desde un punto de vista, es decir:

 

a) Como alguien que arroja una piedra al aire y cae hacia abajo, en el caso este decimos que por voluntad de HaShem cayó "hacia abajo". Es ciertamente verdadero declarar así, ya que HaShem quiso que la tierra esté en el centro, a causa de ésto siempre que se arroje parte de ella hacia arriba tenderá a caer hacia el centro.

 

b) Así mismo todas las partes del fuego tienden a subir a causa de la voluntad (divina) que hubo de que el fuego tendiera a subir; es decir no es que HaShem desee en el preciso momento en que el cuerpo se mueve que tienda hacia abajo (o hacia arriba).

                                       

En esto discuten los sabios del Kalam, ya que los escuché decir, que la voluntad divina está presente en cada objeto constantemente; no así opinamos nosotros, sino que la voluntad divina actuó durante la creación y luego los fenómenos se arrastran siempre tras sus disposiciones naturales, así se declara: "Lo que hubo es lo que habrá, lo que ha sido hecho es lo que será hecho, o sea no hay nada nuevo bajo el sol" (Kohélet 1:9) "Aquello que ha sido, ya fue; lo que ha de ser, ya fue; Dios devuelve los acontecimientos." (Ibid. 3:15) "No hay nada nuevo bajo el sol" (Ibid. 1:9)

 

Por lo tanto, necesitaron los sabios argumentar con respecto a todas las maravillas, que ocurrieron como fenómenos no naturales, que ya habían sido dispuestas por la voluntad divina desde la creación, y en aquel momento habían sido incorporadas a la naturaleza para que se renueve con ellas lo que había de ser renovado; y cuando se renovaba este fenómeno en la naturaleza en el momento adecuado, pensaron que era algo renovado en aquel instante y esto no era así.

                                            

Ya se ha comentado mucho sobre el tema en los estudios expositivos sobre Kohélet y otros, siendo la opinión de los sabios sobre el punto: "El mundo siempre se mantiene según su disposición natural" (Bablí-Avodá Zará 54b)

  

Siempre encontrarás en sus dichos que se alejan de declarar que la voluntad divina se presenta en cada objeto constantemente, de este modo se explica que cuando declaran sobre el hombre que se levanta y se sienta por la voluntad divina, es decir que le fue proporcionado al ser humano naturalmente la capacidad de sentarse y levantarse, y esto desde su creación. Por lo tanto, no significa que HaShem quiere ahora que un hombre se levanta que se levante o que no se levante, del mismo modo que no quiere ahora que esta piedra cae que caiga o que no caiga.

 

La regla general en este tema es la siguiente, como HaShem quiso que existan hombres erguidos, de amplio pecho, con dedos en sus manos, así quiso que se moviese y que descansase por si mismo, actuando según su libre albedrío. Sobre sus conductas no hay determinismo sobre ellas y tampoco hay impedimento, como se explica en la Torá cuando aclara este punto diciendo: "He aquí que el hombre se ha transformado como en uno de nosotros conociendo el bien y el mal" (BeReshit 3:22)

                                           

La traducción aramea de la Escritura comenta que la explicación de la frase "como uno de nosotros conociendo el bien y el mal" significa que el hombre se transformó en único en el mundo, o sea una especie que no hubo otra como la suya que participara con él en esta facultad. Esta es la capacidad que esencialmente tiene de conocer el bien y el mal y hacer lo que quiera, no teniendo ningún impedimento para actuar. Como él se trasformó en un ser con elección puede ser que quiera arrancar del fruto de este (árbol) y coma y viva para siempre.

 

Ya que es parte de la realidad humana la elección, es decir que pueda realizar con su libre albedrío actos positivos o negativos como desee, es obligatorio por lo tanto educarlo en las sendas de lo óptimo, siendo encomendado y advertido, castigado y retribuido, todo lo cual es justo. Necesitará ejercitar su alma con conductas positivas hasta que adquiera las virtudes y alejarse de las conductas negativas hasta que desarraigue de él los vicios, si es que ya los tenía. Por lo tanto, no debe pensar ni declarar que ya se encuentra en una situación que es imposible cambiar, ya que toda situación es posible de cambiar, ya sea de lo bueno a lo malo ya sea de lo malo a lo bueno, siendo el hombre el que elige. A causa de esto hemos comentado todo lo referente a la disciplina y a la rebeldía.

                                          

5. Eliminación del libre albedrío.

                                 

5.1 El caso: Egipto.

 

Nos queda, no obstante, un punto por aclarar sobre este tema. Existen algunos pasajes en los cuales les parece a los seres humanos que HaShem determina el actuar rebelde, decretándolo, esto es absolutamente incorrecto. Por lo tanto lo aclarare, pues mucho se ha discutido sobre el punto. En lo referente a esto se le dijo a Abraham:  "Le dijo a Abram: has de saber que tu simiente será extranjera en una tierra que no les pertenece; los esclavizarán y los torturarán cuatro cientos años" (BeReshit 15:13)

                         

Han preguntado: ¿Acaso no se expresa aquí que se ha decretado sobre Egipto que esclavizarán a la simiente de Abraham? entonces, ¿Por qué los castigó, ellos estaban determinados a esclavizarlos tal como se había decretado?

 

La respuesta, sin embargo, es la siguiente: es parecido este tema a si HaShem dijese que los que han de nacer, serán rebeldes o disciplinados, justos o malvados. Esto es correcto, aunque no por esta disposición es obligatorio que aquel hombre malvado sea malvado, o aquel hombre justo sea justo. Sino todo aquel que sea entre ellos malvado, lo fue por su libre albedrío. Si hubiese querido ser justo, lo hubiera sido sin ningún impedimento. Ya que esta disposición no se refiere a cada individuo particular, como para que pudiera decir: estoy determinado, sino al conjunto (a la humanidad), quedando cada hombre con su libre albedrío en forma esencial. Así cada uno de los egipcios, los cuales los esclavizaron y los torturaron, si hubiese querido no esclavizarlos tenía elección sobre ello ya que HaShem no decretó sobre un particular que esclavizara.

 

Esta respuesta es esencialmente una respuesta a lo que se declara: "He aquí tu reposarás con tus padres, pero se levantará este pueblo  y se prostituirá con los dioses extraños de la tierra" (Debarim 31:16)

 

No hay diferencia entre decir esto y decir que todo el que practique idolatría será castigado de tal o cual manera; ya que si no existe nadie que practique idolatría, esta advertencia sería en vano y todas las maldiciones serían en vano además de todos los castigos presentes en la Torá. Así, no porque encontramos la pena de lapidación (SKILA) en la Torá vamos a declarar que aquel que profanó Shabat, estaba determinado a profanarlo. No por las maldiciones que se hayan en la Torá diremos que, aquellos que practicaron idolatría y por ende recaen sobre ellos las maldiciones, estaban determinados a practicarla. Sino por su libre albedrío practicó idolatría el que la practicó, por lo tanto recae sobre el el castigo: "El que degüella un toro (para sacrificio), también el golpea a un  hombre; el que presenta un cordero como ofrenda, también decapita perros (para la idolatría); el que trae oblaciones, también salpica sangre de cerdo (para los ídolos); el que quema incienso, también canta a la vanidad; también ellos escogieron su camino, su alma anhela sus iniquidades. Por lo tanto, Yo escogeré abusar de ellos y les traeré el susto, pues clame y nadie respondió; hable y nadie escuchó; han hecho maldades frente a mis ojos y han escogido lo que no Me place." (Yeshayahu 66:3-4)

  

No obstante se ha declarado:  "He endurecido el corazón del faraón, y el los perseguirá, entonces Yo Me ensalzare con el faraón y con su ejercito y entenderán los egipcios que Yo soy HaShem y harán así" (Shemot 14:4)

  

Y luego HaShem lo castigó y lo mató. Ciertamente hay lugar aquí para comentar y de este comentario se desprenderá un fundamento importante. Reflexiona sobre mis opiniones, pon atención a ellas y compáralas con lo dicho por otros autores fuera de mi y escoge lo que te parezca óptimo.

 

Mi opinión es la siguiente: si el faraón y sus secuaces no hubieran tenido otro pecado que el no haber liberado a Israel, la explicación sobre el tema hubiese sido muy difícil, ya que HaShem  había impedido que los liberaran como se ha declarado: "Le dijo HaShem a Moshé: anda donde el faraón, porque yo he endurecido el su corazón y el de todos sus siervos para aplicar mis maravillas dentro de su pueblo." (Shemot 10:1)

  

Siendo que después le pide que los libere, aunque él estaba determinado a no liberarlos; además después lo castiga porque no los liberó, lo mata junto con todos sus secuaces. Simplemente esto es una injusticia, que contradice todo o que ya expusimos.

 

No obstante el tema no es así, sino que el faraón y sus secuaces se rebelaron en contra de su libre albedrío, sin que los obligaran y sin determinismo; esclavizaron a los extranjeros que vivían con ellos, haciendo les pasar grandes penurias como se ha declarado:  "Dijo entonces a su pueblo: he aquí el pueblo de Israel es más numeroso y poderoso que nosotros, vamos a hacernos más sabios que ellos para que no se reproduzcan, así si se presenta una guerra no se añadirán a nuestros enemigos, no nos combatirán y no nos expulsarán de esta tierra." (Shemot 1:9-10)

                                                                  

Este comportamiento provenía de ellos por su libre albedrío y por su malvado pensamiento, no habiendo en esto determinismo. El castigo de HaShem consistió por lo tanto en impedirles arrepentirse, recayendo sobre ellos los castigos apropiados a su comportamiento. El impedimento de arrepentirse se expresó en que no los liberó (el faraón a Israel). HaShem ya le había informado este asunto, que si la intención divina hubiera sido únicamente liberarlos hubiera destruido al faraón y a sus secuaces e Israel hubiera salido sin tardanza, pero deseaba además de liberarlos castigar a Egipto por la esclavitud anterior, como ya había prometido y declarado: "También al pueblo que los va a esclavizar, Yo juzgare y después saldrán con una gran fortuna" (BeReshit 15:14)

  

Pero hubiese sido imposible castigarlos si se hubieran arrepentido, por lo tanto se les impidió el Hiljot Teshubá y los mantuvieron sin liberarlos. Esto es lo que se ha declarado: "Ahora yo he enviado mi fuerza y te heriré a ti y a tu pueblo con  una peste y desaparecerás de la tierra. No obstante, para esto te he establecido, para mostrarte mi fuerza y para que relates mi Nombre en toda la tierra" (Shemot 9:15-16)

 

No es motivo de cuestionamiento el hecho que HaShem castigue al ser humano impidiéndole que se arrepienta, y no permitiendo que su libre albedrío escogiese el arrepentimiento porque HaShem conoce los pecados y según su sabiduría y su justicia se aplicarán los castigos: a veces en el mundo futuro solamente, a veces en este mundo solamente o a veces en ambos. El castigo en este mundo está dividido: a veces se castiga en el cuerpo y a veces en el dinero y a veces en ambos.

 

Por ejemplo, cuando se anula algún movimiento humano, en el cual el hombre era poseedor de libre albedrío, como castigo, por ejemplo que se le impida utilizar su mano en las labores no pudiendo hacer nada, como ocurrió con Yerobam ben Nebat (cf. Melaj. A 13:4) o enceguecer como el caso de los habitantes de Sdom que se habían reunido en la puerta de la casa de Lot; de la misma manera se anula el Hiljot Teshubá de un ser humano hasta que no se despierta en el jamás y muere en su pecado. Nosotros no estamos obligados a conocer su sabiduría hasta saber el por que castigó a este ser humano de esta forma y no de otra, del mismo modo que no sabremos cual es la causa que llevó a esta especie a tener tal forma y no otra forma. Aunque existe una regla general: "El Creador actúa rectamente, por que todos sus caminos son juicio; Dios de la fidelidad en quien no hay injusticia, es justo y recto." (Debarim 32:4) HaShem castigará al pecador según su pecado y beneficiará al benévolo según su probidad.

 

Si has de preguntar; por que entonces le pidió una y otra vez liberar a Israel, mientras que estaba determinado a no liberarlos, y las plagas caían sobre el mientras persistía en negarse, como ya aclaramos que fue castigado con persistir en negarse? Simplemente no debía haber pedido algo que le era imposible hacer.

 

Esto también fue obra de la sabiduría de HaShem pues le informó que El podía eliminarle su libre albedrío cuando quisiese, como si le hubiera dicho: "Yo te pido que los liberes, y si los liberas te salvarás; pero tú no los liberarás hasta que te mueras" Y el debía haber aceptado liberarlos para mostrar que invirtió las palabras del profeta que declaró que el estaba determinado no pudiendo liberarlos. En esto se mostró una gran maravilla, ampliamente difundida entre los seres humanos, como se ha declarado: "Para que relates mi Nombre en toda la tierra" (Shemot 9:16)

  

Siendo que es posible que HaShem castigue a un ser humano eliminándole su libre albedrío en una conducta específica, además puede ser que este ser humano se entere y no pueda inclinar su corazón a este libre albedrío.

                   

5.2 El caso: Sijón.

 

De esta misma forma ocurrió el castigo a Sijón, el rey de Jeshbón, ya que lo que sus iniquidades precedentes, que no estaba determinado a hacerlas, HaShem lo castigó impidiéndole que les dejase pasar por sus territorios y aceptara el pedido de Israel, hasta que combatieron con el y lo mataron. Esto es lo que se declara: "No permitió Sijón, el rey de Jeshbón, dejarnos pasar por su  territorio, porque endureció HaShem tu Dios su ánimo y fortaleció su  corazón para entregarlo en tus manos como este día." (Debarim 2:30)

  

Este tema fue de difícil explicación entre los comentaristas, pues pensaron que Sijón había sido castigado por no haber permitido que Israel pase por su territorio, entonces preguntaron, cómo fue castigado si estaba determinado? Del mismo modo como pensaron que el faraón, el y sus secuaces, habían sido castigados por no haber liberado a Israel. No obstante el tema se explica como aclaramos, es decir que el faraón y sus secuaces fueron castigados por sus iniquidades anteriores, haber esclavizado a Israel, impidiéndoles el Hiljot Teshubá hasta que recayeron sobre ellos todas aquellas plagas. Así el castigo a Sijón fue por sus iniquidades anteriores, por las torturas e injusticias que hizo en su reino, impidiéndole que respondiera favorablemente a Israel hasta que lo mataron.

 

Ya explicó HaShem por intermedio de Yeshayahu que suele castigar a algunos de los rebeldes impidiéndoles que se arrepientan, y no dejándoles que puedan escoger el Hiljot Teshubá, como se ha declarado:  "Engorda el corazón de este pueblo, haz pesado su oído y desvía sus  ojos!, para que no vea con sus ojos, y no escuche con sus oídos y no     entienda con su corazón, así no van a arrepentirse ni lo curarás"  (Yeshayahu 6:10)

  

Esta es una expresión explícita que no necesita comentario, siendo la llave para muchas puertas. De esta forma se entiende lo dicho por Eliyahu, de bendita memoria, sobre los renegados de su generación: "Respóndeme, HaShem, respóndeme! y sabrá este pueblo que Tú eres  HaShem, Dios, y Tú hiciste tornar su corazón hacia atrás." (Melaj. A 18:37)

                                          

Es decir, cuando ellos pecaron voluntariamente, debían haberlos castigado de modo tal que desviaran su corazón del Hiljot Teshubá, no dejándoles libre albedrío ni voluntad para abandonar la rebeldía y por esto se mantuvieron en su herejía. Así se ha declarado: "Efrayim está atado a los ídolos, déjalo!" (Hoshea 4:17) Este es uno de los comentarios más exactos para el que entienda la sutileza de los pensamientos.

 

No obstante el dicho de Yeshayahu: "HaShem, por que nos haces alejarnos de tu camino, por que endureces nuestro corazón a Tu temor? Vuelve por tus siervos, las tribus de Tu heredad!" (Yeshayahu 63:17)

  

No forma parte del comentario anterior, ni es inherente a este tema. Sino que la significación de este pasaje se enmarca en lo que se expresa antes y después; es decir que el profeta se queja por nuestro exilio y nuestra dispersión, por el receso de nuestra soberanía y por el control que ejercen los pueblos sobre nosotros, por eso dice en forma de oración: "Dios mio, cuando vean que los renegados los controlan, que se desvían del camino correcto y su corazón se aleje de Tu temor, y que  es como si Tu hubieras sido la causa que esos necios se desviaran del camino correcto" Del mismo modo como declaró Moshé Rabeinu:  "Ha exterminado a este pueblo como si fueran uno y dirán todos los pueblos que escucharon tus maravillas: tal vez no puede HaShem traer a este pueblo a la tierra que les había jurado y los aniquiló en el desierto." (Bemid. 14:15-16)

  

A causa de esto se declara después: "Vuelve por tus siervos, las tribus de tu heredad!" (Yeshayahu 63:17) Es decir, para que no haya profanación del Nombre Divino, del mismo modo como está expresado en los doce profetas (תרי עשר) el pensamiento de los que marchan tras la verdad, esta vez vencidos por las naciones del mundo en tiempos de exilio, sobre los cuales el profeta relata sus palabras: "Agotaron a HaShem con sus palabras, si van a decir: como lo agotamos? Cuando dijeron: todo el que hace mal parece ser bueno delante de HaShem, a aquellos prefiere, Dónde estás Dios del juicio?" (Malají 2:17)

                                                 

Relata además lo que explicamos sobre las penurias del exilio: "Y han dicho: es inútil servir a Dios, que hemos ganado con guardar sus estatutos? Hemos terminado como dolientes a causa de HaShem, por eso ahora nosotros consideramos felices a los malvados, los que hacen  maldades se han fortalecido, han probado a Dios y se han salvado." (Malají 3:14-15) No obstante el profeta explica que en el futuro HaShem ha de revelar lo verídico, por eso declara: "Se van a arrepentir y verán la diferencia entre el justo y el malvado, entre el servidor de Dios y el que no lo sirve" (Ibid. 3:18)

  

Todos esos pasaje del Tanaj de difícil comentario de los cuales parece entenderse que HaShem determina los pecados, ya desarrollamos su explicación sin lugar a dudas; y es una explicación correcta para aquel que reflexiona bien. Por lo tanto, quedamos finalmente con nuestro principio que la disciplina y la rebeldía dependen del ser humano, el cual es independiente en la elección de sus conductas: lo que quiera hacer, puede hacer; y lo que no quiera hacer, puede no hacerlo; a no ser que HaShem lo castigue por un pecado grave eliminándole la voluntad como ya aclaramos. Del mismo modo, la adquisición de las virtudes y de los vivos dependen de el, y a causa de esto debe el ser humano tratar de adquirir para si mismo las virtudes, ya que no existe un factor exógeno que lo lleve a ellas. Esto último es el significado de la máxima ética presente en este tratado: "Si yo no me preocupo por mi, quien se preocupará por mi?" (Abot 1:14)

 

6. La pregunta: El conocimiento de HaShem y el libre albedrío.

                        

No queda pues sobre este tema sino un punto al que referirse brevemente para completar los temas de este capítulo, y a pesar que no quise hablar sobre el en absoluto, sino que me vi obligado a hacerlo, me refiero al conocimiento que tiene HaShem sobre el futuro. Por cuanto es un argumento que arguyen contra nosotros los que opinan que el ser humano está determinado a la disciplina y a la rebeldía, es decir que en todos los actos humanos no está presente el libre albedrío porque su albedrío depende de la Voluntad Divina. Lo que causa esta opinión es preguntar: con respecto a este ser humano, sabe HaShem si ha de ser justo o malvado, o no sabe? Si decimos que sabe, resultará que está determinado sobre la situación que HaShem sabía de el desde antes, o  que Su conocimiento no era correcto. Y si decimos que El no sabe desde antes, resultan todo tipo de conclusiones peregrinas que derriban los muros.

 

Escucha, por lo tanto lo que tengo para decir sobre el tema, y reflexiona muchísimo sobre el mismo, ya que es indudablemente correcto. Es decir, como ya se aclaró en la disciplina que trata sobre la sabiduría divina, es decir, en lo que está más allá de la naturaleza (metafísica) que HaShem no conoce con conocimiento y no vive con vida de manera tal que sean El y su conocimiento dos entidades; como el ser humano y su conocimiento. Ya que el hombre fuera de su conocimiento y su conocimiento fuera del hombre son dos entidades. 

 

Pues, si HaShem conociese con conocimiento sería obligatoria la pluralidad (eterna), o sea que serían los entes eternos muchos: HaShem, y el conocimiento con el cual El conoce, la vida con la cual El vive, el poder con el cual El puede y así todos sus atributos. No obstante te mencionamos un argumento que es fácilmente entendible por todos, a pesar que los argumentos y las pruebas que anulan esta hipótesis son muy contundentes y demostrativas, quedando claro que HaShem es sus atributos y que sus atributos son El. Así se dice que HaShem es el conocimiento, el que conoce y lo conocido, que HaShem es la vida, el que vive y El es que se proporciona a sí mismo la vida; así en el resto de los atributos. Este tema es especialmente difícil y no pretendas entenderlo por completo con dos o tres líneas de mi comentario, sino solamente tendrás de esto una idea.

 

Por este fundamento, el lenguaje hebreo no permite expresar: "la vida de HaShem" (JAIE HASHEM) como se dice: "la vida de tu alma" (Shmuel A 1:26), o "la vida del faraón" (Bereshit 42:15), es decir como nombre regido (SHEM NISMAJ); pues el regido y el regente (SOMEJ) son dos entidades separadas ya que no ocurre que algo se construya consigo mismo. Por cuanto que la vida de HaShem es El mismo, y El mismo es su vida; no son algo distinto a El y no es lógico expresarlo en estado constructo (SMIJUT). Por ende se expresa: "vive HaShem" ('JAI HASHEM) siendo la intención que El y su vida es una sola entidad.

 

Ya se ha aclarado también en la disciplina que versa sobre lo que está más allá de la naturaleza, que no es posible con nuestro intelecto conocer la existencia de HaShem en forma total; esto debido a la perfección de su existencia y a la carencia de nuestro intelecto, no teniendo su existencia causas a través de las cuales sea conocido y ya que la escasa capacidad de nuestro intelecto para conocerlo es como la escasa capacidad de la luz de la visión de captar la luz del sol; lo que no se debe a una supuesta debilidad de la luz del sol, sino que esta luz es mayor que la luz que lo quiere captar.

 

Se ha mencionado este tema muchas veces, siendo todas las explicaciones correctas y aclaratorias. Resulta por lo tanto, que no comprenderemos su conocimiento ni lo abarcaremos de ningún modo, ya que El es su conocimiento y su conocimiento es El. Este tema es maravilloso y quedó obtuso de todos aquellos deterministas que se perdieron espiritualmente; ya que ellos entendieron que la existencia de HaShem en su perfección no es comprensible aunque intentaron conocerla y reducirla a su intelecto, lo que es ilógico. Porque si hubiéramos abarcado su conocimiento, hubiéramos abarcado su existencia, ya que todo es una sola entidad; así, su comprensión perfecta resulta ser que se comprenda tal como es en su existencia, tanto su conocer, su poder, su voluntad y su vida y fuera de esto sus atributos apropiados.

 

Ya aclaramos que pensar en la comprensión de su conocimiento es una necedad absoluta, sino que sepamos que El sabe del mismo modo que sepamos que El existe. Si se nos pregunta, cómo es su conocimiento? Deberemos decir que nosotros no podemos captar esto como tampoco podemos captar su existencia en su integridad. Ya fue reprobado quien intentó comprender su conocimiento y se le declaró:  "Acaso encontrarás el conocimiento de Dios?" Iyob 11:7)

  

Lo que se concluye de todo lo que expusimos es que las conductas del hombre dependen de él, en su responsabilidad está el ser justo o malvado, sin ningún tipo de determinismo divino con respecto a estas do

No hay comentarios: