domingo, 26 de octubre de 2008

shuva: continuación Shemoná Perakim La Rambam(Traducción: Rabino Aryeh Nathan, Bet-el, Israel)

continuación Shemoná Perakim La Rambam(Traducción: Rabino Aryeh Nathan, Bet-el, Israel)
de yesid conde - Monday, 27 de October de 2008, 04:15
 

Hasta tanto, y el error de Moshé fue que tendió hacia uno de los dos extremos en el campo de las cualidades éticas, específicamente en la virtud de la paciencia, cuando se inclinó hacia el enojo al decir: "Escuchen pues rebeldes!", como se declara:  "Reunieron Moshé y Aharón a toda la congregación delante de la roca  y les dijo (Moshé): escuchen pues rebeldes! acaso de esta roca les hemos de sacar agua?" (Bemid. 20:10)

HaShem fue meticuloso con el pues alguien como el se enojó delante de la comunidad de Israel cuando no era ocasión de hacerlo. Desde esta perspectiva legalmente esta persona profanó el Nombre Divino, ya que todos sus movimientos y expresiones deben ser ejemplares, pudiendo a través de ellas alcanzar éxito en este mundo y en el venidero; por lo tanto, como veremos enojo en el siendo el enojo una de las conductas de lo reprobable, como ya mencionamos, que no proviene sino de las características peores del alma.  No obstante, El mismo ha dicho:  "Porque ustedes fueron rebeldes en contra Mía en el desierto de Tzin  en lo referente al pleito de la comunidad cuando debían santificarme con las aguas delante de ellos, estas son las aguas de Meribat  Kadesh, en el desierto de Tzin." (Bemid. 27:14)

                               

Esto se entiende del siguiente modo, Moshé no hablaba con personas simples, ni tampoco con gente sin elevación espiritual, sino con personas que la menor de sus mujeres era como el profeta Yejezkel Ben Buzi, como ya mencionaron los sabios (Mejilta Shemot 15:2), por lo tanto todo lo que el haga o diga, será analizado. Entonces, cuando le vieron enojado pensaron que no es el quien tiene una cualidad reprobable, es decir que si no hubiera sabido que HaShem se enojó con ellos por pedir agua, y que el pueblo había enfadado a HaShem no se hubiera enojado. Pero no encontramos en lo dicho por HaShem a Moshé con respecto a este asunto ni enojo ni furia, sino que esta dicho:  "Toma tu bastón y reúne a la comunidad, tú y Aharón tu hermano, y   hablarás a la roca delante de ellos y fluirá agua, les sacarás agua de la roca, entonces darás de beber a la comunidad y a sus  ganados." (Bemid. 20:8)

Ya nos hemos desviado un tanto del tema de este capítulo, aunque hemos solucionado una problemática en la Torá que mucho se ha dicho sobre ella (confer. R. Saadyah Gaón y R. Jananel ad loc.), la pregunta: cual fue el error de Moshé. Ordena lo que hemos dicho nosotros sobre el tema y la verdad demostrará su camino.

Volviendo a nuestro asunto, cuando la persona sopese sus actividades constantemente y las dirija hacia el justo medio, habrá llegado al nivel más alto que un ser humano alcanza, pudiendo acercarse a HaShem y captar su bondad, siendo lo más laudable en el servicio a HaShem Ya los sabios mencionaron esto cuando dijeron:  "Todo el que conduce sus sendas, amerita y ve la salvación de HaShem como está escrito: el que me sacrifica ofrendas de agradecimiento me ha honrado, el que pone el camino (hacia HaShem le mostrare la salvación de D-s (Tehilim 50:23); no leas "el que pone  el camino" (שם דרך)  sino "el que sopesa el camino" (שם  de שומה sopesar)" (Moed Katán 5a) Sopesar es valorar y estimar; este es el tema que explicamos en este capítulo sobre el equilibrio y esto es lo que vimos propicio desarrollar sobre el mismo.

 

 

Capítulo Quinto.

 La utilización de las facultades del alma para un objetivo específico.

 

 

1. El objetivo: la comprensión de HaShem

 

Es apropiado para el ser humano que controle todas las facultades de su alma según su pensamiento, como ya comentamos en el capítulo anterior a este. Es decir que ponga siempre frente a si un objetivo específico: este es la comprensión de HaShem según la capacidad que tenga el hombre de aprehenderla (esta comprensión), dirigiendo todo su comportamiento: sus movimientos, su reposo y toda su comunicación a este objetivo. De tal forma que no haya en su comportamiento nada que sea superfluo, o sea una conducta que no conlleve a este objetivo.

 

Ejemplificando, que sólo la salud corporal sea la finalidad de su comida y de su bebida, de su cohabitación, de su dormir y de su vigilia, de su movimiento y de su reposo. Así mismo que la finalidad de su salud corporal consista en que el alma encuentre los medios apropiados (sanos) e íntegros para alcanzar la sabiduría, adquiriendo las virtudes éticas y las virtudes intelectuales, hasta llegar a aquel objetivo.

                                                

 

2. Lo provechoso y lo agradable.

 

Según esta proposición  la finalidad (de estas conductas) no es únicamente el placer, escogiendo alimentos y bebidas solo por ser agradables. Aquí como en el resto de las conductas, se debe tender a lo provechoso, y si resulta ser agradable que lo sea, y si resulta ser desagradable que lo sea.

 

Por otro lado, debe tender a lo agradable (prefiriéndolo a lo provechoso) por prescripciones medicas; es decir cuando se debilita el apetito por los alimentos (anorexia), se puede despertarlo con alimentos placenteros condimentados y agradables (lo que la persona desea preferentemente). De la misma manera, si alguien sufre de melancolía (מרה שחורה) se puede curar escuchando música o cantos, paseando por jardines o por edificios de regia arquitectura, o contemplando hermosas pinturas; es decir todo aquello que complace al alma y elimina la melancolía. El objetivo de todo esto es curar el cuerpo, y la finalidad de un cuerpo sano es adquirir sabiduría (captar a HaShem).

                                                                   

Así mismo, cuando alguien se ocupe en acrecentar su capital, deberá ser la finalidad de su ocupación invertirlo en las virtudes (éticas e intelectuales), además de utilizarlo para los sentidos corporales (necesidades materiales) y para mantenerse en vida; hasta que comprenda y profundice en HaShem lo que sea posible.

         

 

3. El rol de la medicina.

 

Según esta proposición, posee la ciencia medica un rol primordial en el sistema de las virtudes (racionales y éticas), además en la comprensión de HaShem y en la capacidad de llegar al éxito verdadero (la trascendencia del alma). Por lo tanto, consiste el estudio y la valorización de la medicina en una de las más importantes ocupaciones (parte de la Abodat HaShem), por ende no es como la tejedura o la carpintería. Ya que en ella debemos medir nuestro comportamiento, siendo nuestras conductas humanas que conlleven a las virtudes verdaderas.

 

Cuando una persona come algún alimento placentero, agradable al paladar, de buen aroma aunque dañino, e incluso puede ser causa de una  enfermedad peligrosa o de una muerte repentina, esta persona y una bestia son similares. Esta conducta no es humana, en tanto se define lo humano como intelectual; no obstante es una conducta de hombres en tanto seres vivos:  "el hombre que vive en la opulencia y no piensa, se compara, es  igualado a las bestias" (Tehil. 49:21) Por el contrario, la conducta realmente humana consistirá en consumir solo lo provechoso; aunque a veces haya que dejar lo agradable y comer lo desagradable, según la demanda de lo provechoso. Esto es actuar conforme al conocimiento y en esto se diferencia el hombre de otro ser viviente.

 

Igualmente, cuando la persona cohabite siempre que lo desee, sin prestar atención a lo virtualmente dañino o a lo conveniente, simplemente esta persona está actuando en tanto ser vivo y no en tanto ser humano.  No obstante, es posible que una persona se comporte totalmente según lo provechoso, como ya mencionamos, aunque su finalidad sea únicamente la salud corporal y el resguardo de las enfermedades, no hay en esto virtud. Ya que del mismo modo que este escogió el placer de la salud, escogió el anterior el placer de la comida o de las cohabitaciones; en todos estos la finalidad de sus conductas no es verdadera. En cambio, lo correcto consiste en fijar como finalidad de todas las actividades, que proporcionan salud corporal y mantenerse en vida en forma íntegra, el desarrollo íntegro de los medios de las facultades del alma, que son los miembros del cuerpo; para que de ese modo se puede ocupar el alma, sin impedimento, en los sistemas de las virtudes éticas e intelectuales.

                          

 

4. El rol de las ciencias.

          

Por lo tanto, todo lo que se estudie de las ciencias y de los conocimientos, aquello que conlleve a esta finalidad es de suyo recomendable, y lo que no tiene un provecho directo para esta finalidad, como las preguntas de la ciencia de la reducción  y de la comparación de las cantidades, el libro de los conos y el libro de las combinaciones, el aumentar en preguntas sobre la geometría, sobre la mecánica etc. debe estudiarse para sutilizar el intelecto y para acostumbrarlo al método apodíctico, hasta que la persona sea experta en el silogismo apodíctico más que en los otros (silogismos); de tal modo que sea esto un medio para alcanzar la comprensión de HaShem

                         

 

5. La comunicación.

 

Así con respecto a la comunicación humana, no es propio hablar sino de aquello que produzca al alma un cierto provecho o que desplace lo dañino del alma y del cuerpo; o hablar de la sabiduría o de la virtud, de lo loable que es la virtud y el hombre virtuoso, de lo reprobable que es el vicio y el hombre vicioso; ya que la reprobación de los hombres licenciosos, enfatizando su bajeza, es una grave responsabilidad, cuando el objetivo es desacreditarlos frente a los demás para que se alejen de ellos y no imiten sus conductas. Acaso HaShem no declaró:  "Como los actos de la tierra de Egipto, que habitaron en ella, no harán" (VaYikrá 18:3)

 

El relato del comportamiento de los habitantes de Sodoma, por ejemplo, y todo lo declarado en las Escrituras sobre los hombres licenciosos y su recuerdo peyorativo; en contraposición, vemos las alabanzas y la preeminencia de los virtuosos, cuyo objetivo no es sino lo ya mencionado: que los seres humanos sean atraídos por las buenas acciones y se alejen de los comportamientos negativos.  Cuando el hombre se fije como finalidad este asunto, reducirá de sus conductas y disminuirá de su comunicación muchísimo.

 

6. La comprensión de HaShem

 

Pues aquel que se propuso este objetivo, no tenderá a engastar las paredes con oro o a bordar oro en la ropa, solo si con esto se complace su alma, curándose y alejándola de las enfermedades, hasta que llegue a un estado de claridad y pureza que pueda adquirir sabiduría. Así han expresado los sabios:  "Una morada agradable, una mujer hermosa y un lecho cómodo son apropiados para los estudiosos" (Babli-Shabat 25b)

 

Ya que el alma se cansa y el pensamiento se enturbia de la constante profundización en temas complejos. Del mismo modo que se cansa el cuerpo cuando se ocupa de trabajos agotadores hasta que descanse, y entonces vuelve a su funcionamiento normal; también el alma necesita ocuparse en el reposo de los sentidos, por ejemplo observando relieves y objetos hermosos hasta que se acabe este agotamiento. Como dijeron los sabios: "Cuando se agotaban los sabios por su estudio, solían decir algo jovial" (cf. Babli-Shabat 30b). Por ende, el hombre debe pensar que desde este punto de vista, estas conductas no son negativas ni vanas, es decir: despertarse a fabricar relieves y adornos en los edificios, en los utensilios y en los vestidos.

 

Has de saber que esta posición personal es óptima pero difícil, a la cual acceden muy pocos después de un gran entrenamiento. Cuando ocurre que un hombre encuentra en esto su posición personal, no pienso que sea menor que los profetas. Es decir: que conduce todas las facultades de su alma y fija el objetivo de ellas únicamente en la comprensión de HaShem no haciendo ni actos pequeos ni grandes, ni hablando sino solo si esta conducta conlleva a la virtud, o a algún medio para alcanzar la virtud. Aquel pensará y meditará en cada acto y movimiento observando si trae a  esa finalidad o no, entonces lo realizará.

 

Es esto precisamente lo que demandó de nosotros HaShem que tendamos a El, cuando declaró:  "Y amarás a HaShem tu D-s, con todo tu corazón, con toda tu alma y  con todas tus fuerzas" (Debar. 6:5).  Es decir, con todas las partes del alma, fijando el objetivo de cada una de las partes como uno y específico: Amar a HaShem Sobre lo cual ya advirtió también el profeta, de bendita memoria:  "En todos tus caminos, conócelo!" (Mishley 3:6)

 

Comentaron los sabios, de bendita memoria, al respecto, diciendo: "incluso dentro de un pecado necesario" (Babli-Berajot 63a), o sea, que se fije un objetivo para cada conducta, que sea la verdad, a pesar que se constituya en pecado por un lado. Ya expusieron los sabios, de bendita memoria, todo este tema en forma resumida, con expresiones lacónicas que lo indican con mucha integridad; tanto es así que si tú, si criticas el laconismo de estas expresiones, pensando que comentaron este tema principal y profundo, sobre el cual tanto se ha escrito, y no lo completaron; has de saber que fue declarado de manera indudable con fuerza divina. Así encontramos en sus encomendanzas:  "todos tus actos deben ser para el cielo" (Babli-Abot 2:12). Este es el tema que fue analizado en este capítulo, y esto es un compendio de los que consideramos apropiado mencionar según esta introducción (al tratado Abot).

 

Capítulo Sexto

La diferencia entre el justo innato y el que controla su instinto (y determina su  animo).

1. La Ética clásica.         

 

Los filósofos han dicho: el que controla su ánimo a pesar que lleva a cabo conductas óptimas e importantes, el las realiza mientras desea las conductas negativas y las anhela aunque controla su instinto disintiendo de él con su comportamiento; así cuando sus tendencias placenteras y sus características anímicas le despiertan (lo apetitivo) a alguna acción negativa, y el actúa próvidamente, resulta que se daña por este actuar próvido. En cambio el justo es aquel que se inclina por su gusto y por sus características a hacer lo óptimo, siendo esto lo que desea y anhela. 

 

Es un acuerdo entre los filósofos que el justo es más honorable y más íntegro que aquel que controla su ánimo. No obstante dijeron que aquel que controla su ánimo es como un justo en muchas conductas; aunque su nivel personal es menor que el de aquel pues todavía desea actuar negativamente, a pesar que no actúe así, ya que este deseo de lo ímprobo es una característica negativa del alma. E incluso el rey Shlomó declaró del mismo modo: "El alma del perverso desea lo malo" (Mishley 21:10)

 

Además agregó que la realización de buenas obras es una alegría para el justo, en cambio esta realización en un mortificación para el que no lo es. Así: "Actuar correctamente es una alegría para el justo, y una penuria  para los injustos" (Ibid. 21:15) Esto es lo que me pareció coincidente entre los dichos de los profetas y lo que mencionamos de los filósofos.

                   

2. La Ética de los sabios de Israel.

 

Cuando investigamos lo dicho por los sabios sobre este tema, encontramos que la persona que desee los pecados y los anhele el es más honorable y más íntegro, con respecto a aquel que no los desea ni se mortifica al dejarlos; incluso dijeron que siempre que el hombre sea más honorable y más íntegro, su anhelo de cometer pecados y el sufrimiento al dejarlos será mayor. De tal forma declaran: "Todo el que es mayor que su prójimo, su instinto también lo es"  (Babli-Sucá 52a)  Y no solamente han declarado esto, sino que aseguran que la recompensa del que controla su ánimo es mayor debido al gran esfuerzo que conlleva controlarse, así: "Según el sufrimiento, la recompensa" (Babli-Abot 5:23)

  

Además, ellos mismos han encomendado tender anímicamente a los pecados cuando advirtieron no decir que por naturaleza nosotros no deseamos realizar un cierto pecado, aunque la Torá no nos lo hubiera prohibido. Así: "Rabán Shimón Ben Gamliel declaró: ¡que no diga el hombre: no puedo comer carne con leche, no puedo vestir híbridos (SHAATNEZ), no puedo mantener esta cohabitación ilícita (ERVA)!, sino que diga: ¡puedo, sin embargo mi Padre que está en los cielos me lo prohibió!" (Torat Kohanim sección Kedoshim).

                    

3. La ley natural y la ley positiva.

 

Según lo que se entiende de estas dos opiniones desde una perspectiva superficial se presenta una contradicción entre ambas, sin embargo no es realmente así, sino que ambas son correctas y no hay en absoluto disensión entre ellas.

 

Las cualidades negativas que también según los filósofos son negativas, como han declarado que es más honorable el hombre que no las desea, que aquel que las desea pero controla su instinto; son las difundidas popularmente (ley natural) entre los seres humanos como "vicios", por ejemplo: el asesinato, el robo, el asalto, el fraude y el zaherío, perjudicar a quien no nos ha perjudicado o a quien nos ha beneficiado, deshonrar al padre o a la madre, etc. Sobre estos preceptos han expresado los sabios, de bendita memoria, que si no hubieran sido escritas en la Torá, hubiese sido apropiado escribirlas (cf. Babli­Yomá 67b). Siendo llamadas por algunos de nuestros sabios, que padecieron la enfermedad de los sabios del Kalam, "preceptos intelectuales". No hay duda que el alma que anhele estos vicios y los apetezca es defectiva, ya que el alma honorable no desea ninguna de estas cualidades negativas, no mortificándole el abstenerse de ellas.

              

En cambio los temas, sobre los cuales los sabios declararon que el que controla su instinto es más honorable y su recompensa mayor, son las "instrucciones tradicionales" (ley positiva). Siendo verídico que si no estuvieran en la Torá no serían negativas en absoluto. Por lo tanto, han expresado que el alma humana debe tender a ellas para que no haya ningún impedimento en hacerlas sino la Torá. Puedes distinguir la sabiduría de ellos, de bendita memoria, en los ejemplos que utilizaron; ya que ellos no declararon que no dijera la persona: "no puedo asesinar, no puedo robar, no puedo engañar, sino puedo, pero que hare mi Padre que está en los cielos me lo prohibió", sin embargo expusieron temas positivos, como por ejemplo: prohibición de carne con leche,  de vestir hídridos (SHAATNEZ) de cohabitar ilícitamente, etc. Estos preceptos y los parecidos a ellos, denominó Hashem "decretos" (JUKOT) así han dicho los sabios, de bendita memoria: "No tienes permisión para criticar los decretos que te encomendé" (Babli-Yomá 67b). Además los idólatras los consideran despectivamente y el instigador (SATAN) acusa sobre ellos, por ejemplo: la baca bermeja (PARA ADUMA) el chivo expiatorio (SEIR HAMISHTALEAJ) etc. Sobre la terminología de algunos sabios postreros donde se denominan "intelectuales", puede ser mejor vertida como "preceptos" (מצוות) tal como han expuesto los sabios (en el Talmud).

 

Ciertamente se ha aclarado de todo lo que mencionamos, por un lado sobre que tipo de pecados, cuando un hombre no los apetezca es más honorable que aquel que los apetece pero controla su instinto, y por otro lado sobre que tipo de pecados se observa lo contrario. Esto es una novedad suma y una apropiada integración entre las dos opiniones, cuyo lenguaje expresa la veracidad de lo expuesto, siendo este el objetivo de este capítulo.

Capítulo Séptimo

De las Separaciones.

    

1. La profecía y las características del profeta.

En el Midrash (estudios exegéticos) y en la Hagadá (estudios expositivos), así como en el Talmud, ocurre mucho que entre los profetas hay quien capta a HaShem detrás de muchas separaciones, y hay quien lo capta detrás de pocas, todo según la cercanía con HaShem que tengan y el nivel de profecía que posean. E incluso se ha declarado (Babli-Yebamot 49b) que Moshé Rabeinu captó a HaShem detrás de una sola separación que era clara, es decir: transparente; así se ha declarado:  "Observó en una Aspaklaria (vidriera) que ilumina los ojos" (Ibíd.).   Esta Aspaklaria es el nombre de un espejo hecho de un material transparente, como el cristal y el vidrio, como ya explicaremos en el comentario al tratado KELIM"Utensilios" (30:2).

 

La explicación de este tema es la siguiente: se refiere a lo que ya aclaramos en el capítulo segundo, o sea que las virtudes tanto racionales como éticas, y los vicios tanto los vicios de la razón, por ejemplo la necedad, la estupidez, la lerdez; como los (vicios) éticos, por ejemplo: la voluptuosidad, el orgullo, la irascibilidad, el enojo, la petulancia, la codicia y lo parecido a esto, son muchísimos. Ya mencione el sistema de su comprensión en el capítulo cuarto. Estos vicios son las separaciones que interrumpen entre el ser humano y HaShem, lo dicho por el profeta aclara lo expuesto:  "Salvo por sus iniquidades que separaban entre ustedes y entre su  D-s, y sus pecados causaron ocultarse el rostro (de HaShem) de ustedes y no escuchar" (Yeshayahu 59:2).  Es decir, que nuestros pecados que son aquellas conductas negativas, como ya mencionamos, son precisamente las separaciones que interrumpen entre nosotros y HaShem.

 

Has de saber que los profetas no profetizaron sino después de haber adquirido todas las virtudes racionales y la mayoría de las virtudes éticas, especialmente las más graves de ellas. Así es como se ha declarado:  "La profecía no es inspirada sino al que es sabio, valiente y rico" (Babli-Shabat 72a, Babli-Nedarim 38a). Así:a) El termino "sabio" incluye indudablemente todas las virtudes racionales. b) El termino "rico", por otro lado, es una de las virtudes éticas, es decir: la austeridad, ya que se denomina "rico" al que le es suficiente lo que posee; de tal modo declaran los sabios:  "¿cuál es la definición de "hombre rico"? El que está conforme con lo que posee" (Abot 4:1). Es decir, a él le basta lo que se le presenta y no se mortifica por lo que no se le presenta. c) Del mismo modo el termino "valiente" es una de las virtudes éticas, es decir que el hombre dirige sus fuerzas según el entendimiento, como ya aclaramos en el capítulo quinto, siendo así que se ha declarado:  "¿Cuál es la definición de "hombre valiente"? El que controla su instinto" (Ibíd.)

  

No obstante no es una de las condiciones para ser profeta poseer todas las virtudes éticas, e incluso no tener ningún tipo de vicio, ya que Shlomo que era profeta, como atestigua la Escritura: "En Guibón se apareció HaShem a Shlomo en un sueño por la noche, y le dijo D-s: ¡Encontramos en el vicios éticos, por ejemplo la voluptuosidad que se observa al multiplicar el número de sus mujeres, lo que es una conducta que caracteriza a la voluptuosidad. Sobre lo cual se dice: "Acaso no fue por esas (mujeres) que pecó Shlomó, el rey de Israel;  entre los grandes pueblos no hubo un rey como el, era amado por su  D-s quien lo designó rey sobre todo Israel, aun a el lo hicieron pecar las mujeres gentiles" (Nejemiá 13:26)

  

Así mismo David, que en paz descanse, también era profeta, como se declara:  "(David) dijo el D-s de Israel se comunicó conmigo, me habló la Fortaleza de Israel, diciendo: el que gobierna a los hombres (ha de ser) justo, el que los gobiernas (ha de tener) temor de D-s."   (Shmuel B 23:3). Sin embargo, encontramos que era una persona cruel, a pesar que lo utilizó en contra de los gentiles y en la eliminación de los renegados, siendo compasivo con Israel; así se expresa en las Crónicas que HaShem (no le permitió construir el Templo) ni lo encontró apropiado para esto debido a la cantidad de muertes que hizo, diciéndole: "La palabra de HaShem vino a mí y me dijo: demasiada sangre derramaste y crueles guerras emprendiste; tú no construirás un Templo para Mí porque demasiada sangre derramaste sobre la tierra, delante de Mí." (Dibrey HaYamim A 22:8)

  

Encontramos también en Eliyahu, de bendita memoria, el vicio de la irascibilidad, a pesar de haberla utilizado en contra de los renegados, contra los cuales se enojó, no obstante comentaron los sabios (cf. Tana DeBé Eliyahu Zutá 8) que HaShem lo tomó diciéndole que no era apropiado para controlar a los seres humanos ni para servirles de intermediario, ya que poseía un celo tan acerbo que los podía destruir.

 

Así encontramos en Shmuel, que tuvo miedo de Shaúl; en Yaakob que el atemorizó el encuentro con Esav. Estas cualidades y las parecidas, son separaciones que interrumpen entre HaShem y los profetas, de bendita memoria. Por lo tanto, el que tenga dos cualidades o tres que no estén equilibradas, como explicamos en el capítulo cuarto, se dice sobre el que percibió a HaShem detrás de dos o tres separaciones.

                                               

2. El equilibrio anímico.

 

No te sorprendas por el hecho que la falta en algunas cualidades disminuya el nivel de profecía, ya que encontramos que algunos vicios éticos impiden totalmente la profecía, por ejemplo la irascibilidad, de tal manera se ha declarado:  "Todo el que se enoja, si él es profeta la profecía desaparece de él" (Bablí-Pesajim 66b)

                                               

Esto se estudió de Elishá, del cual la profecía desapareció cuando se enojó; no retornando hasta que desplazó su ira, como se declara:  "Y ahora, tomen para mí un músico y ocurrirá cuando el músico  ejecute que se manifestará la mano de HaShem sobre él" (Melajim B 3:15)

  

De la misma manera, a causa del dolor y de la angustia del patriarca Yaakob, de bendita memoria, todo el tiempo que estuvo de duelo por Yosef, desapareció de el el espíritu de santidad hasta que la buena nueva (que Yosef aun vivía) le fue comunicada; así se ha declarado:  "Hablaron con el todo lo que Yosef les había comunicado, y (Yaakob) vio todas las carretas que había enviado Yosef para transportarlo, entonces el espíritu de su padre Yaakob, revivió." (BeReshit 45:27)

  

Sobre tal versículo la traducción aramea, que explica los temas según la tradición recibida desde Moshé, declara: "La inspiración del espíritu de profecía recayó sobre Yaakob, su  padre". Así también declaran los sabios:  "La profecía no se presenta ni en la pereza, ni en la tristeza, sino dentro de la alegría" (Babli-Shabat 30b, Bablí-Pesajim 117a)

                        

3. El nivel de Moshé.

 

Cuando se enteró Moshé que no le quedaba ninguna separación que haya roto y que ya se habían asentado en el todas las virtudes éticas y todas las virtudes racionales, pidió comprender a HaShem según lo esencial de su existencia, siendo que no restaba ya ningún impedimento, entonces dijo: "Entonces Moshé dijo: muéstrame Tu Gloria" (Shem. 33:18).  Sin embargo HaShem le informó que esto era imposible todo tiempo que el fuera un intelecto atado a la materia, es decir mientras sea ser humano, así se ha declarado:  "HaShem le respondió: no podrás ver mi rostro, pues no me ha visto un ser humano y ha sobrevivido" (Ibid. 33:20).  De tal forma, no restó entre el y la comprensión de HaShem, en lo esencial de su existencia, sino una luminosa separación: el intelecto humano no separado. HaShem lo influyó, otorgándole de su comprensión después de este pedido más de lo que poseía antes de ella. Le informó además que la finalidad (la comprensión absoluta de HaShem) es imposible siendo un cuerpo material.

 

Se ha denominado esta comprensión de HaShem "ver el rostro", así como una persona que ve el rostro de un amigo, capta en su alma la forma de este amigo no confundiéndose con otro. Del mismo modo, la comprensión de la esencia de HaShem consiste en que se comprenda en el alma la esencia de su existencia, de manera tal que no se adhiera a esta existencia nada del resto de los entes, hasta que se encuentre la existencia de HaShem grabada  en el alma y separada de la impresión de la existencia del resto de los entes. A un ser humano simple le es imposible llegar a este punto de comprensión, pero Moshé, que en paz descanse, comprendió un poco menos que esto y esto es lo que se declara:  "Retirare la palma de mi mano y verás mi espalda, pero mi rostro no será visto" (Shem. 33:23).  Este tema lo he de desarrollar en mi libro sobre la profecía.

 

Cuando supieron los sabios, que en paz descanten, que estos dos tipos de vicios, es decir: las racionales y las éticas son las separaciones que interrumpen entre HaShem y el ser humano, además que en ellas se presentará la ventaja de los niveles de profetas uno sobre otros; así declararon sobre algunos de ellos (de los sabios) a partir de lo que observaron de su sabiduría y de su comportamiento: "Es apropiado que se pose sobre ellos la Presencia Divina como sobre Moshé Rabeinu." (Babli-Suká 28a). Además, no te desentiendas del tema de la semejanza pues ellos los asemejaron a el (a Moshé), pero no lo compararon con el, no lo quiera HaShem. Del mismo modo se declaró sobre otros como Yoshúa Este es el tema que pretendimos aclarar en este capítulo.

 

 

Capítulo Octavo.

 

 Sobre el Hombre.

1. La disposición natural.                              

Es imposible que exista en la naturaleza un ser humano que sea virtuoso y no vicioso desde su nacimiento. Del mismo modo es imposible que exista en la naturaleza un ser

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